En los años 50 William Higinbotham era el responsable de la división instrumental en el Brookhaven National Laboratory, un laboratorio de investigación nuclear en Upton (Nueva York). Licenciado en física por la universidad de Cornell, Higinbotham había participado en el proyecto Manhattan, siendo uno de los testigos de la primera detonación de bomba atómica de la historia. Con motivo de las jornadas de puertas abiertas del centro en Octubre de 1958, Higinbotham decidió preparar algo que rompiera con las estáticas presentaciones habituales, y que permitiera una mayor interactividad para atraer a los cientos de personas que visitaban las instalaciones esos días, por lo que diseñó un juego llamado Tennis for Two, una pequeña simulación de un partido de tenis para dos jugadores, que contaban con un mando con un botón para golper la pelota, una rueda para determinar la altura de la misma, y un botón de reset que volvía el juego al estado de “Saque”. Todo ello reflejado en un osciloscopio de 5 pulgadas en una perspectiva lateral que representaba la red y la pista. El periodo de diseño del mismo fue de dos días, con tres semanas de montaje a cargo de Robert V. Dvorak, y un par de días adicionales destinados a depuración del código. Lo más destacable de éste Tennis for Two, es su capacidad de representar una física real en el comportamiento de la pelota, partiendo de máquinas y generadores que se usaban para el cálculo de la trayectoria de los misiles. La experiencia se repitió de nuevo en 1959, ahora con un osciloscopio algo mayor, y con tres posibilidades de juego diferentes : tenis normal, tenis en la luna y tenis en Júpiter (con sus respectivas gravedades ligera y pesada) antes de desmantelarse ese mismo año y reaprovechar sus componentes para los usos militares y nucleares para los que habían sido concebidos.
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