Pese al éxito que vimos en la anterior entrega, Bushnell no estaba contento con la situación de Atari en el mercado. En muchas zonas Atari firma contratos en exclusiva con ciertos distribuidores, por lo que solo ellos podían comprar sus máquinas, y Atari solo se las podía vender a ellos. Buscando mayor cuota de mercado, se crea Kee Games, empresa que dirige Joe Keenan (íntimo amigo de Bushnell), y que firma acuerdos exclusivos con el segundo distribuidor de cada área. De ésta manera, bajo dos nombres diferentes (y que nadie sabe que pertenecen a la misma compañía) Atari se asegura el casi monopolio del mercado arcade. A cada máquina publicada por la compañía de Bushnell le sigue una de Kee, con nombre diferente y alguna pequeña modificación. Ésta dispersión acaba a finales de 1974, cuando los beneficios de Kee y las pérdidas de Atari debido a algunas aventuras empresariales arriesgadas, obligan a fusionar ambas compañías, dejando a Joe Keenan como presidente de Atari, lo que permite a Bushnell concentrarse en el I+D, mientras su amigo se ocupa del día a día de la compañía.
Uno de los objetivos principales de Bushnell es el mercado doméstico, y ya en 1973 se realizan varios proyectos que no llegan a concretarse (Dr. Pong, una versión destinada a las consultas de médicos como entretenimiento infantil, o Puppy Pong, un arcade con forma de caseta de perro, con placas de juegos intercambiables que no prospera por problemas legales debido a su similitud con Snoopy). Durante el año 1974, pese a que Atari sigue produciendo nuevas máquinas (Superpong, Rebound, Quadrapong, Ping Pong o Gran Trak 10 que incorpora la novedad de un volante y pedales de freno y gas), la empresa no acaba de funcionar tan bien como debería. Sus trabajadores están descontentos con los bajos sueldos, y cada semana “desaparece” material por valor de 800$. Por si fuera poco, un error contable hace que Gran Trak se venda 100$ por debajo de su precio real, lo que provoca unas pérdidas de medio millón de dólares. La empresa camina a pasos agigantados hacia la bancarrota, y solo la aparición del recreativo Tank!, publicado originalmente bajo el sello de Kee, les permite salir adelante ya que su éxito es tal que los contratos de exclusividad dejan de tener sentido y todo el mundo quiere tenerla. Eso permite a Atari y Kee Games fusionarse para proveer a todos los mercados.
El año 75 está marcado por la aparición de nuevos modelos de variadas temáticas : Pursuit, Hi-way, Indy 800 (Introduciendo el color por primera vez), Tank 2, Tank 3, Anti-Aircraft, Goal4, Shark Jaws (buscando aprovechar el gancho de la película Tiburón, se lanza bajo sello de Horror Games, una compañía creada para la ocasión, con el fin de evitar posibles problemas judiciales que impliquen a Atari), Steeplechase, Crash’n’Score, o Jet Fighter.
Sin embargo, el último gran movimiento de Atari será el lanzamiento de la versión doméstica de Pong, prevista para las navidades de 1975, y en la que Al Alcorn trabaja desde hace más de un año, bajo el nombre clave “Darlene”. Tras una presentación comercial, los almacenes Sears muestran interés realizando un pedido de 200.000 unidades de cara a las navidades a través del sello Tele-Games en una acuerdo exclusivo.
Tras el éxito del Pong Doméstico, se empieza a desarrollar Stella, el prototipo de videojuego doméstico que acepta cartuchos intercambiables, bajo supervisión de Jay Miner. Además, dos jóvenes como Steve Jobs y Steve Wozniak entran a trabajar en la compañía para ocuparse del desarrollo del arcade Breakout. En sus ratos libres construyen un ordenador con componentes de Atari. Una primitiva versión es presentada a la compañía, que desestima invertir en el sector de los ordenadores personales. Ese prototipo acabaría convirtiéndose en el archiconocido Apple. El proyecto Stella centra toda la atención de Atari, que en una situación financiera inestable, es adquirida por Warner a cambio de 28 millones de dólares y el compromiso de lanzar la versión doméstica lo antes posible. Con el soporte de una gran corporación detrás y 100 millones de $ invertidos en su desarrollo, Stella recibe el empujón definitivo para salir a la venta en 1977 bajo el nombre de Atari Video Computer System (VCS o Atari 2600) por un precio de 199$ la unidad. La consola se vende equipada con dos mandos y el juego Combat, con la posibilidad de comprar por separado 8 juegos más (Air-Sea Battle, Basic Math, Blackjack, Indy500, Starship, Street Racer, Surrround y Video Olympics). En su primer año, y en competencia con la Fairchild Channel F, se venden 250.000 unidades. Al año siguiente las ventas se doblan, pero Bushnell anuncia su salida de la compañía por graves discrepancias con la actual cúpula directiva. “Me he dado cuenta de que ya no es mi compañía. Me quedaría para siempre en la Atari que yo soñaba, pero no en la Atari que sueña Warner”.
Pese a la salida de su creador, la compañía sigue adelante con el proyecto de VCS; en 1979 se mantiene la buena tónica de ventas, pero una vez desaparecida la Channel F, nueva competencia aparece dispuesta a ponerle las cosas difíciles a Atari. Mattel Intellivision (La primera consola con procesador de 16 bits, aparecida en 1980 y de la que se llegan a vender 3 millones de unidades) y Magnavox Odyssey2 (Que incorpora teclado y posibilidad de programación en Basic) se incorporan a la lucha por el mercado, pero Atari será capaz de dar un golpe maestro que le llevará al dominio absoluto del sector de los videojuegos, aunque eso es algo que veremos un poco más adelante.
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