Considerado unánimemente el padre de los videojuegos, Baer llegó a Estados Unidos en 1938, huyendo del Holocausto que estaba a punto de empezar en Alemania, donde su familia era mal vista por sus orígenes judíos. En su país de acogida trabajó en varias empresas como instalador de radio antes de ser reclutado por el ejército estadounidense para la segunda guerra mundial en 1943 y ser destinado a Inteligencia Militar en Francia. A su regreso, tres años después, pasó por diversas empresas de radio y televisión hasta ingresar en Loral en 1951, donde se encargó del diseño y creación de equipos de TV junto a Leo Beiser. Una de las ideas que Baer propuso fue la creación de sencillos juegos interactivos instalados en el televisor, idea que la compañía rechazó de pleno.
Tras 4 años trabajando en Transitron, llega a Sanders Associates en el año 1956. En dos años es nombrado Jefe de la división de equipamientos. En un momento en que en Estados Unidos había 40 millones de televisores, Baer no dejaba de darle vueltas a la idea de que todos ellos pueden usarse para algo más que el visionado de la programación convencional. En septiembre de 1966, mientras esperaba en una parada de autobús, recuperó su idea de los juegos para televisión , realizando unos bocetos donde hablaba de un pequeño receptor que conectado a un aparato de televisión permitiría jugar a varias modalidades de juego diferente (juegos de cartas, deportes, estrategia, etc...) : “Cuando llegué a la oficina en New Hampshire empecé a transcribir esas notas perfilando la idea de jugar a juegos en cualquier TV. (...) Mi idea entonces era desarrollar una pequeña caja de juegos que hiciera las cosas fáciles y que no costara más de 25 dólares” .Durante los meses siguientes pone a una parte de su equipo a trabajar en ésta nueva idea de manera “secreta”. Para el mes de octubre ya tenía listo su primer juego, “Chase Game”, en el que un punto de la pantalla representando al gato debía perseguir al punto que representaba al ratón hasta alcanzarlo. Era el 20 de Octubre de 1966 y había nacido el videojuego tal y como lo conocemos a día de hoy.
Durante los meses siguientes y con un capital inicial de 2000 $, Baer empecó a poner en marcha una división de desarrollo de juegos de TV. En 1967 junto a Bill Harrison consigue reconvertir un rifle de juguete en el primer periférico de la historia, creando un muy elemental juego de disparos. El nuevo descubrimiento encantó al director de investigación y desarrollo Herb Campman, quien les otorgó 8.000$ más de capital para perfeccionar su dispositivo.
Los resultados no se hicieron esperar: a finales de 1967 entró en juego un tercer punto además de los dos controlados por los jugadores. Ese punto controlado por la computadora, se empezó a usar como pelota en juegos deportivos, resultando en juegos de ping-pong (Para los que se usaba fondo verde), hockey (con fondo azul), además de los ya clásicos de persecución y de disparos con el rifle, el cual ya contaba con una segunda versión mucho más precisa.
En 1968 se intentó una primera comercialización a través de la industria del Cable, que debía proporcionar los fondos estáticos sobre los que interactuaría el jugador a través de la “Brown Box” (nombre provisional del prototipo). Con un acuerdo ya casi cerrado con TelePrompTer, éste se ve cancelado en el último momento por la crisis que atraviesan las operadoras de cable a finales de los años 60. Tras éste primer intento fallido, Baer cambió de objetivo y empezó a negociar con los fabricantes de televisores: RCA fueron los primeros en mostrarse interesados, pero las negociaciones fallaron de nuevo en el último suspiro y finalmente Magnavox fue quien invirtió en el proyecto. En otoño de 1971 ya disponían del primer modelo, con algunas modificaciones respecto a la “Brown Box” original: los juegos en memoria se sustituyeron por tarjetas programadas, y los fondos de color por cartulinas plásticas sobrepuestas a la pantalla. En 1972 salía a la calle la primera consola: La Odyssey ITL200 a un precio de 100$. Es el punto de partida de la primera época del videojuego doméstico. Años más tarde Baer seguiría innovando al diseñar el Simon, uno de los juguetes más populares de todos los tiempos.
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