Pese al relativo fracaso, Nutting sigue interesada en publicar un nuevo juego, aunque por divergencias económicas las negociaciones se rompen y Bushnell y Dabney deciden crear su propia compañía invirtiendo los 500$ ganados en royalties gracias a Computer Space. La nueva compañía originalmente debía llamarse Syzygy (alineación planetaria de la tierra, el sol y la luna), pero al descubrir que el nombre ya está registrado finalmente se denominará Atari (expresión equivalente a jaque en el juego japonés “Go”), tomando como logo una “representación estilizada del monte Fuji” . Mientras Bushnell se dedica a las labores creativas, Dabney sustenta la compañía mediante una ruta de reparación de pinballs (negocio en el que seguiría tras desvincularse de Atari un año más tarde, ya que los videojuegos le parecían un sector demasiado arriesgado).
La primera decisión de la recién creada compañía es la contratación del ingeniero Al Alcorn, para ocuparse del diseño de un nuevo juego, en principio de carreras, pero que acaba convirtiéndose en un juego mucho más sencillo de diseñar y de controlar : Pong. Sin un solo acuerdo de distribución para su nueva máquina, la solución momentánea es situar un prototipo en el bar “Andy Capp’s Tavern” de Sunnyvale. A los pocos días de su instalación Alcorn recibe una llamada nocturna del dueño del local reclamándole que vaya de inmediato, ya que la máquina no funciona. Cuando abre la máquina, Al se encuentra el problema más inesperado de todos : el compartimento de monedas está tan repleto que ha dejado colgada toda la máquina. Ante la incomprensión de los diversos fabricantes de recreativos, que no acababan de entender el concepto propuesto por Atari, finalmente se ocupan ellos mismos de la producción y distribución, aprovechando las rutas de trabajo y los contactos que Dabney había hecho. Para ello se busca el local más barato posible, que resulta ser una pista de patinaje abandonada, y se acude a la oficina de personal, donde se contrata a gente de todo tipo para poder producir la cifra prevista de 100 máquinas al día.
Las primeras semanas de producción ya se ve que pong va a ser un éxito : cada máquina cuesta 1200$, pero recauda alrededor de 200$ semanales, 4 veces más que el resto de jukebox y pinballs. En 1973 Atari ha pasado de los 500 $ de capital inicial a unos beneficios superiores a 3 millones de dólares. Sin embargo, nunca patentan el mecanismo de pong, provocando la aparición de múltiples copias que buscan subirse al carro del éxito, con títulos como Davis Cup, Winner, Olympic Tennis, Elepong o TV Tennis. Es curioso ver como detrás de éstas copias hay compañías que luego serán muy respetables en el mundo de los arcades como Sega, Taito, o Midway, dándose el caso de que Midway vende 9000 de sus máquinas en ese año, contra las 6000 de Atari, que tiene más pedidos de los que era capaz de servir. Pero ese no es el principal problema que la compañía afronta en 1973. Ralph Baer demanda a Bushnell y a Atari por plagio de su juego de tenis, que si que había patentado, utilizando como prueba una hoja de inscripción de Bushnell a una de las demostraciones técnicas que Magnavox realizó antes del lanzamiento público de Odissey. Finalmente, el caso se cierra extrajudicialmente, mediante el acuerdo de compra de la licencia de Pong por 800.000 $. De esa manera, Atari además se asegura que Magnavox actuará contra el resto de imitadores de pong, ya que habían pasado a ser los únicos poseedores de la licencia, en una maniobra que permitía a Atari actuar libremente, mientras su competencia se ve implicada en largos y costosos procesos judiciales. Atari sigue rentabilizando su negocio los meses siguientes con nuevas recreativas como Space Race (Licenciada a Midway como Asteroid) , Pong Doubles (Coupe Davis en el mercado europeo) o el juego de persecuciones Gotcha!
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